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Relevancia: Regional
Clasificación: Inmueble
Cerca del estrecho de Rande quedan los restos de una época convulsa donde Vigo estuvo involucrado en las artimañas del ejército Nazi.
Hitler necesitaba un preciado mineral llamado wolframio, metal de gran dureza, que era empleado para el blindaje de los carros de combate, en la cabeza de sus proyectiles y también para endurecer los obuses. El tungsteno se utilizaba para el filamento de las antiguas bombillas ya que tiene un punto de fusión mayor que otros metales.
En 1925 se construyó, por la Compañía de Minerales de Hierro de Galicia S.A, una vieja estructura de hormigón ubicada cerca del puente de Rande. Era un antiguo cargadero donde llegaba el codiciado mineral por las vías del tren y era cargado en los buques para transportarlos a Alemania. Esta estructura estaba vinculada al alemán Friedrich Wilhelm Cloos, conocido en Galicia como “Don Federico Guillermo”, establecido en Monforte de Lemos para explotar las minas de hierro de Freixo, en Marcelle.
En 1926, el vapor Estoril hizo el primer cargamento en dirección a Alemania. Pero sería unos años más tarde cuando el propio “Don Federico Guillermo” pondría este carguero al servicio de la Alemania Nazi. Comenzando así la batalla económica por el Wolframio.
La explotación de este mineral fue reclamada al gobierno franquista como cobro por la ayuda prestada durante la Guerra Civil Española. El wolframio gallego se convirtió en la única fuente de suministro de Reich, convirtiendo a Galicia en un enclave estratégico. Entre 1939 y 1944, en las minas de la Comunidad trabajaron más de 20.000 personas que, ocasionalmente, recurrían al contrabando del preciado metal para aumentar sus ingresos.
Vigo se convirtió en un lugar estratégico para el tercer Reich en España y la ciudad fue el centro de actividad entre espías, por un lado, agentes alemanes gestionando el material y por otro los aliados boicoteando el tráfico de wolframio hacia Alemania, que hacían “compras preventivas” para subir los precios.
En algunas ocasiones los petroleros alemanes que estaban en Galicia para abastecer la flota, eran utilizados para transportar wolframio, fuertemente escoltados por los submarinos.
Pero en agosto de 1944 tras una reunión del general Franco con el embajador de Reino Unido Sir Samuel Hoare, en el Pazo de Meirás, se paralizó la exportación. En ella se le exige, entre otras cosas, que los puertos españoles dejen de acoger barcos alemanes y la paralización del comercio de wolframio. Y le da un ultimátum con la amenaza de una invasión aliada de la Península, posiblemente a través de Galicia. En ese mismo año el Departamento de los EE. UU incluye Minerales de Hierro de Galicia S.A en su lista negra en la que también figuraban otras empresas y ciudadanos alemanes residentes en Vigo y algunas personas de nacionalidad española, con los que el gobierno de EEUU prohibía comerciar a todo ciudadano de ese país con motivo de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, se siguió exportando este mineral desde un pequeño muelle, el Puerto de Valarés en Ponteceso, situado en el noroeste de Galicia que se convirtió en el punto más importante de Europa de carga de wolframio de contrabando.
Después de la guerra civil Vigo se convirtió en un enclave estratégico tanto por la proximidad de las famosas minas de wolframio como por la capacidad como puerto refugio y su posicionamiento geográfico en el centro de la fachada oriental del Atlántico.
La colonia alemana en Vigo se contabilizaba en más de 200 personas que se fueron instaurando en los mejores puestos de la alta sociedad. Se encontraban multinacionales como la del cable Deutsche-Atlantische Telegraphengesellschaft, existían también una fuerte colonia de industriales y de algunos comerciantes atraídos por la línea regular marítima que unía Vigo con Hamburgo y empresarios como la tienda de ortopedia Küne, las empresas navales de los Kindling o los Meyer, la firma química Vorkauf o la tienda de electrodomésticos Steinbürggen, que pervivieron en el tiempo.
En 1933 la presencia e influencia del Partido Nacional Socialista Alemán se mostraba como relevante y durante la Primera Guerra Mundial, se instaló en la calle Colón el llamado “Pasaje del Faro” donde se podían informar de los avances de Alemania en pizarras y pancartas ya que no había radio ni prensa escrita.
Con el ascenso de Hitler al poder se visibilizó en la ciudad mucho más la presencia de esta colonia. Las esvásticas se veían por las principales vías de Vigo y en el famoso Colegio Alemán, fundado en 1910, se creó la primera sección de las Juventudes Hitlerianas de Vigo. En el teatro de García Barbón se proyectó la película “El triunfo Nazi en Alemania”. Se instaló un consulado en la ciudad olívica, que posteriormente sería centro neurálgico de la influencia de los nazis en la ciudad, con sus propios funcionarios de la Gestapo.
El gobierno franquista local, aun siendo país neutral, manifestó su apoyo permitiendo y celebrando un desfile militar el 26 de mayo de 1929, el embarque de la Legión Cóndor. Cinco mil soldados desfilaron por la Puerta del Sol, la Farola de Alfonso y la bajada de la calle de Urzaiz, hasta llegar al Berbés, donde las legiones embarcaron en cinco transatlánticos: el Wilhelm Gutlof, el Sttugart, el Sierra Córdoba y el Robert Ley.
La posición de Vigo como refugio neutral permitía que ambos contendientes podían recibir auxilio y apoyo durante 24 horas. Alemania instaura en 1942 una base permanente de suministro de combustible, con el carguero Bessel en el medio de la ría, de ese modo, las embarcaciones alemanas obtenían suministro y carga de combustible en tiempo récord. El nombre en clave de la ciudad para las comunicaciones abiertas era “Bernardo”. La ría de Vigo era “la guarida de los lobos” como lo llamaba el comandante Doenitz, jefe de la flota de submarinos U-Boots.
Actualmente existen tres pecios hundidos en las proximidades de Vigo. El U-506 hundido por el avión norteamericano Liberator, provocando 48 muertos. El U-134 hundido por la RAF frente a las islas Cíes. El U-523 hundido por dos fragatas británicas, con 17 muertos. Y otros tantos pecios localizados desde Vigo hasta Baiona y A Guarda.
Tras la Segunda Guerra Mundial Vigo tomó un papel relevante en la historia europea. Los altos mandos alemanes ponen en marcha la operación ruleta “Derr Spinner” que trataba la fuga y puesta a salvo de los altos mandos y oficiales alemanes a países neutrales. Del puerto de Vigo salían trasatlánticos como principal destino Sudamérica y tuvo un papel fundamental ante la pasividad del régimen franquista y cierta complejidad del MI6 británico.
Redondela es un municipio de la provincia de Pontevedra que ha sido habitado desde tiempos inmemoriales pues, en el Monte Penide o Monte Mirallo y Ventosela, se han encontrado diferentes restos de dólmenes, petroglifos y grabados rupestres que lo demuestran.
Cerca de Redondela, se encuentra el puente de Rande que une los municipios de Redondela y Moaña. En esta zona, se produjo hace muchos años la conocida como Batalla de Rande. Esta fue una importante batalla naval producida el 23 de octubre de 1702 en el estrecho de Rande. El Estrecho de Rande está entre las Punta da Besta y Punta Rande y es la parte más ancha de la Ría de Vigo.
Cerca de Rande encontramos las ruinas del antiguo cargadero de la compañía Minerales de Hierro de Galicia S.A. Aquí el mineral de hierro, se cargaba en barcos y era destinado a Alemania pues, se trataba de una materia prima imprescindible para la industria pesada. Necesaria para el armamento del ejército nazi. Además, los nazis cargaban un elemento químico en Ponteceso (A Coruña), el wolframio.
ES_ GALICIA_Ría de Vigo
Puerto / Fondeo / Playasin datos del puerto
Localización
Redondela
(Pontevedra)
España
Marítimo
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